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FAQ
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Es el procedimiento mediante el cual se destruyen todos los gérmenes presentes en el material tratado. Este procedimiento puede ser físico, como en el caso de calor húmedo o calor seco, radiación UV y Gamma, o químico, como en el caso del gas de plasma de formaldehído, óxido de etileno, glutaraldehído y peróxido de hidrógeno.
Los procesos de esterilización se controlan mediante una combinación de técnicas físicas, químicas y biológicas diseñadas para evaluar las condiciones de esterilización y la eficacia del proceso. Las técnicas físicas incluyen el control del tiempo de ciclo y el control de los indicadores de presión y temperatura insertados en el panel del equipo. Una lectura correcta no asegura el correcto funcionamiento del ciclo, pero una lectura incorrecta puede ser la primera evidencia de la existencia de un problema. Las técnicas químicas (controles químicos) utilizan sustancias sensibles a uno o varios de los parámetros del ciclo de esterilización. Generalmente indican el valor de uno de los parámetros alcanzado mediante un cambio de color. Hay controles químicos que enumeran un parámetro y otros que responden a varios en un ciclo estéril.
El correcto funcionamiento de un ciclo de esterilización debe comprobarse cada vez que se ejecuta un ciclo. En el caso de procesos de vapor, se recomienda incluir al menos tres indicadores biológicos por ciclo, con una frecuencia mínima de una vez cada tres ciclos. Para el óxido de etileno, se recomienda incluir al menos dos indicadores biológicos en cada ciclo. Para el calor seco se recomienda incluir al menos tres indicadores biológicos por ciclo, con una frecuencia mínima de una vez cada tres ciclos. Es importante recordar que cada vez que se incuban indicadores biológicos procesados, se debe incluir un indicador no procesado para asegurar que las condiciones de crecimiento fueron favorables durante todo el período de incubación. También es importante considerar que cuanto mayor es la frecuencia de uso de indicadores biológicos en un proceso, mayor es la seguridad de su correcto funcionamiento.
Además del seguimiento de rutina, debe incluir indicadores biológicos siempre que:
Se utiliza un nuevo tipo de material de embalaje.
Después de la formación de nuevo personal.
Después de que se haya reparado un esterilizador.
Después de cualquier cambio en el proceso de carga del esterilizador.
Siempre es recomendable colocar los controles de esterilización en los lugares que se consideren a priori más inaccesibles para el agente esterilizante.
Una ubicación clave puede ser el centro de la carga, el centro de un paquete o cerca de la puerta del equipo. Se recomienda para cada caso particular preparar dispositivos de máxima dificultad de esterilización, con los materiales que se utilizan habitualmente para embalar el material a esterilizar.
Siempre que esto suceda, se recomienda que verifique el proceso de esterilización. Es posible que sea necesario reajustar variables como el tiempo, la temperatura, la presión, etc. Si los problemas persisten será necesario revisar el equipo. Puede haber problemas con la impermeabilidad del material de embalaje, por lo que siempre es recomendable probar el material de embalaje antes de aprobar su funcionalidad.
-Material mal lavado, proteínas y sales precipitadas pueden provocar una encapsulación de los microorganismos, aislándolos del contacto directo con el agente esterilizante y por tanto reduciendo la eficacia del proceso.
-Material de embalaje inadecuado.
-Cantidades excesivas de material de embalaje, que pueden retrasar la penetración del agente esterilizante o impedirlo por completo.
-Sobrecarga o carga incorrecta del esterilizador.
-Envases uno encima del otro sin espacios entre ellos por donde pueda circular el agente esterilizante.
-Tiempos de esterilización demasiado cortos.
-Temperatura insuficiente.
-Concentración demasiado baja de agente esterilizador.
Las esporas son estructuras biológicas microscópicas altamente resistentes a los estreses ambientales como el secado, la temperatura, la presión, el estrés osmótico, los agentes químicos y la radiación. Al ser los seres vivos más resistentes del planeta, son ideales para afrontar los procesos de esterilización, ya que si nos aseguramos de que mueran, podemos afirmar la muerte de cualquier otro microorganismo presente en el material esterilizado.
Es el tiempo necesario para reducir en un orden o en un 90% una población de esporas bacterianas sometidas a un determinado proceso de esterilización bajo una serie de condiciones establecidas para ese proceso.
Terragene calcula los valores D a 121 ° C, 128 ° C y 134 ° C para cada lote de sus indicadores biológicos de vapor BT20, autónomos, BT50 y BT60 y tiras de esporas.
Terragene calcula los valores D a 54 ° C, 60% HR, 600 mg / l de EO para cada lote de sus indicadores biológicos para EO BT10, autónomo, BT40 y BT60, y tiras de esporas.
Terragene calcula los valores D a 160 ° C y 180 ° C para cada lote de sus indicadores biológicos para calor seco BT30, semi-autónomo, BT40 y BT60 y tiras de esporas.
El valor Z es un parámetro definido para los procesos de esterilización por temperatura. Se define como el número de grados Celsius necesarios para variar el valor D en un orden. Por ejemplo, para un lote dado, si tenemos un valor D a 121 ° C de 2.0 minutos y el valor Z informado para este lote es 10 ° C, esto significa que a 131 ° C el valor D será 0.2 minutos.
El uso de indicadores biológicos autocontenidos minimiza la ocurrencia de falsos positivos porque es un sistema cerrado que no permite el intercambio de microorganismos pero sí permite el intercambio de gases y vapor. Por su diseño, no es necesario abrir un sobre de papel en condiciones estériles y manipular un papel inoculado con esporas, tratando de evitar el contacto con superficies estériles y / o corrientes de aire que pudieran depositar microorganismos en la tira de esporas.